La vida sin Santi, de Andrea Maturana

“Es extraño extrañar lo habitual, lo de todos los días, lo que ocurre casi sin querer, aquello que es, como se dice vulgarmente y encogiéndose de hombros: “lo de siempre”. Pero de repente, algo nos obliga a mirar, y en medio de eso incluso podemos extrañar la escuela. (Carlos Skliar)

 Un día el mejor amigo de Maia se va, y ella debe aprender a vivir con un espacio vacío. Pero el tiempo pone todo en su lugar, sobre todo el tiempo de la primavera que hace florecer nuevas amistades y hace regresar las risas.

 Los amigos son nuestro lugar seguro. Nunca se van, siempre están cerca, pese a todas las distancias. 
Como la escuela.